El nombre hace alusión a la historia única, irrepetible y personal que construye una pareja. A la aventura de vivir juntos, a la colección de casualidades que los unió, a los innumerables momentos que solo ellos dos saben que han recorrido. Al cuento que crean de a dos, que pertenece a ellos y a nadie más. Y está Diana: la que los ayuda a escribir un capítulo más, la que en la búsqueda del lugar, del menú, de las flores, de las luces, de cada detalle, logra encontrar la esencia de ese amor.

El mismo amor con el que ha creado su propia empresa, donde sabe que hay dos personajes claves: los pies y el corazón. Los primeros planean estrictamente, conservan firme el presupuesto, se mantienen en la tierra.

El segundo sueña, se emociona, se eleva hasta el cielo. Y otra vez, Diana está ahí, en medio de ambos para lograr el equilibrio.

Quizás, allí radica su encanto y su fuerza para ser wedding planner: sabe perfectamente lo que está haciendo, no solo porque ya se casó y fue ella misma con TUCUENTO quien planificó todo su matrimonio, sino porque su personalidad es una balanza que siempre alcanza el punto perfecto; que siempre está alineada entre lo artístico y lo metódico: fue bailarina desde los siete hasta los 18 años, es magister y ama tanto el mar que se certificó como buzo. Así es Diana, el personaje principal de este texto: una soñadora que crea cuentos, todos con final feliz.