Laura Joaquí es trabajadora social. Alexis Ruano, ingeniero de sistemas. Hace ocho años se volvieron amigos. Hace dos, la historia cambió porque se enamoraron y se dieron una oportunidad como pareja. Entre ellos hay una conexión innegable, que se nota en el cariño con el que se hablan y se miran, en los mimos que se profesan y en los planes que comenzaron a hacer juntos para transformar sus vidas.

A Laura siempre le gustó mucho la repostería. Hizo cursos para que esta dejara de ser un hobbie y se convirtiera en su pasión. En Popayán, con el apoyo de su mamá, inició un negocio en el que ofreció algunos productos, sus primeros pinitos en este dulce universo. Alexis, más amante de probar que de amasar, siempre la apoyó, sobre todo, porque cree en el emprendimiento, en el poder de llevar las ideas y los anhelos a la realidad.

Él, por cuestiones de estudio y de trabajo, se movía entre Bolívar, Popayán y Medellín. Hace unos meses, a Alexis le ofrecieron una buena oportunidad laboral en Medellín y le propuso a Laura que lo acompañara. Y entre esos ires y venires de cambiar de ciudad, de adaptarse a nuevas circunstancias, Laura se enteró de que la marca Peccato Postres estaba disponible y con una emoción que le iluminó el alma, pensó que era la señal que esperaba para, por fin, dedicar toda su energía, conocimiento, experiencia y cariño a este negocio. Alexis vio en esta, una gran oportunidad que les permitiría sacar adelante un proyecto juntos.

Recibieron, expresa Laura, un negocio organizado y con productos deliciosos, de la mano de una persona a la que admiran y que los apoyó en la transición: Sara Lalinde. Desean mantener esa esencia de calidad de Peccato Postres; sobre todo, los sabores, a los que Laura también quiere ponerles su sello, sus tonalidades, sus maridajes, para seguir seduciendo a los clientes que ya conocen la marca y atraer a otros con esa magia y carisma que esta pareja imprime a todo lo que hace.

Ella más de torta de zanahoria y él de brownie, están muy contentos porque en esta Medellín que los recibió, las personas han creído en ellos y los pedidos los mantienen muy ocupados, sobre todo a Laura, quien está al frente de Peccato Postres, creando y aplicando lo que aprendió con juicio en su Cauca natal. Ve cómo, por fin, se materializó lo que tanto pidió con la fe de los soñadores. Alexis cree en los detalles, porque a través de ellos se demuestra el amor. Y por eso, siempre, es el apoyo de Laura como novio, cómplice y socio de Peccatto.

Valentín completa esta familia. Alexis se lo regaló a Laura hace dos años y, obvio, lo trajeron con ellos a Medellín. Es su “perrhijo”. Lo aman tanto que están pensando en crear un producto en su honor, que hable de su ternura, de lo importante que es para ellos. Así lo cuenta Laura mientras mira de reojo a su novio. Le sonríe. Es amor, dulce y salado. Amor. Eso es Peccato.