Candelaria es la voz; serena como el mar en calma, potente cuando entra en marea. David es el contrabajo, la fuerza del equilibrio, de la armonía. Matías es la percusión, la chispa, la explosión continua. Víctor es la guitarra, reservado y misterioso, como un vaivén de cuerdas. En la vida y en la música, se parecen a sus instrumentos. Son melodía y luz.
La historia de este cuarteto empieza en 2013, en un cumpleaños de la mamá de Candelaria, cuando ella (la mamá) le pidió a ella (Candelaria) de regalo un concierto. Hacía pocos días que se había encontrado con Matías, un buen amigo músico de la infancia, de la vida. Le hizo la propuesta: “Tengo que armar un grupo de música para un concierto. El concierto es para mi mamá. Está cumpliendo años”. Ya estaba la voz, ya estaba la percusión. Necesitaban una guitarra y Matías llamó a Víctor. David, con su contrabajo, se les unió el mismo día del cumpleaños. Fue una tarde de mucha dicha, de un clic espontáneo e inmediato, de la creación de un grupo de amigos que querían tocar música que les gustara.
Tocan, cantan, interpretan la música que les gusta: desde Edith Piaf hasta Kings of Convenience. Desde Bossa Nova hasta música francesa. Desde boleros hasta pop
Desde entonces, nunca han dejado de ensamblar de manera natural. Son el hobby y el oficio. Los amigos y el hogar. La musa y el parche. Desde entonces, tocan, cantan, interpretan la música que les gusta: desde Edith Piaf hasta Kings of Convenience. Desde Bossa Nova hasta música francesa. Desde boleros hasta pop. Cuando les preguntan por su repertorio, responden “música que nos gusta”; cuando les preguntan si pueden tocar tal canción, responden que la van a escuchar y si resulta ser “música que les gusta”, entonces sí. Cuando les preguntan si pueden tocar en “la rumba”, responden que la música que les gusta, no va en esa onda. Por eso, solo están en ceremonias, en cocteles, en el momento antes de la fiesta. No se definen por géneros, no se limitan a estilos, no se cierran en modas. La música que les gusta es, en otras palabras, la música que los hace brillar.
En su escenario siempre hay luces, así ha sido desde el inicio de los tiempos. A veces se atraviesan por los instrumentos, a veces por el vestuario. En su logo hay un bombillo, haciendo alusión a la luz, claro, y también a la creatividad.
A ese río de ideas que llega con la música. Siempre están brillando, porque, en definitiva, siempre están haciendo música.
De los matrimonios, prefieren los pequeños, los íntimos, los que empiezan y terminan en conexión. Por fortuna, las personas que los quieren en sus celebraciones, también ensamblan con su estética, también concuerdan con sus sonidos.
En definitiva, hacen música porque es el hogar de los cuatro. Porque la música es lo que son. Porque es refugio. Porque es donde se han encontrado y entonces, se han sabido quedar. Porque se reconocen en ella. Son amigos siendo amigos. Son amigos, haciendo música, pasando bueno. Son amigos, conversando. Son amigos, haciendo chistes. Son amigos, quedándose en silencio y pensando “qué canción tocamos ahora”. Son amigos, que estudiaron música y se encontraron en el camino. Cuando están juntos, en el escenario y en la vida, hacen corto circuito y entonces, se ve la chispa: se ven Los Brillantes en acción.
Candelaria Posada
3192431837
losbrillantesmusica@gmail.com
¿Qué servicios ofrecen?
Música y curaduría musical.
¿Cuántas horas es lo mínimo?
Lo mínimo es una hora o la ceremonia.
¿Con cuánta anticipación?
Con tres meses, más o menos.
¿Qué requerimientos técnicos necesitan?
Necesitamos un suelo duro, para ubicarnos sin riesgo de mojar los instrumentos; el sonido depende de las condiciones del lugar y la cantidad de invitados.
Para eso, enviamos un rider con todas las especificaciones.
(57) 315 383 6348 + (57) 310 549 0848 info@lalibretamorada.com
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