Quizá por eso la buscan las novias y las wedding planners en Flores de Abril, para que se encargue de decorar y transformar los espacios de las bodas con sus flores y follajes, con sus luces, con sus muebles y accesorios. Con su estilo, ese que si bien muchos identifican como romántico y bohemio, puede llegar a ser tan clásico o elegante como ella quiera. Claro, sin renunciar del todo a su esencia básica, a su estética simple, a su idea de una belleza sin pretensiones, sin derroches.  

Para empezar, conocer la locación es clave para María Antonia, así como saber algunas decisiones de la pareja: la paleta de color, qué tipo de evento se imaginan, qué les gusta y qué no. Que le compartan fotos de referentes le ayuda mucho a interpretarlos, a descifrar qué quieren, a desvelar su estilo. Con esta información construye una propuesta –y un presupuesto– real, aterrizada y flexible.

Una vez aprobada, la cita es en su oficina. La prueba es un momento especial en el que las novias tienen la oportunidad de ver cómo será el diseño del centro de mesa, el cual define el lenguaje de toda la decoración de la boda.

Es un encuentro para jugar, para hacer cambios, para llegar a acuerdos, para salir tranquilas.

Y para soñar, porque esa es la sensación al entrar a la bodega de Flores de Abril, creer que todo es posible, deleitarse con la cantidad y variedad de bases, recipientes, candelabros, floreros, lámparas y demás objetos decorativos que habitan cada una de sus estanterías. Chécheres con sentido.

Invertir en ellos, viajar a ferias con su esposo, estar siempre actualizada, dice María Antonia, es su forma de marcar la diferencia, de ir un paso adelante. Y ha sido parte de su búsqueda y de los riesgos que ha asumido, como cuando se cansó de rentar los muebles para sus eventos y se aventuró a fabricar sus propias mesas y, además, a proponer usarlas sin vestir, sin mantel, a mostrar sus vetas, sus texturas; al natural, muy ella. Esta decisión abrió el camino a una nueva línea de negocio para Flores de Abril, además de la planeación: la de Mobiliario, ya no solo para sus eventos sino disponible para alquilar a terceros. Cuatro diseños de mesas, sillas Cross, salas, bares, muebles para estaciones y cocteles, entre otros, hacen parte de su portafolio, cuidado al detalle, como un tesoro, y en constante renovación. La línea de menaje, con diseño propio y fabricación nacional, es la más reciente apuesta de María Antonia. Dos opciones de vajilla que llevan su sello y que, como en su casa, siguen su regla, su principio decorativo: se pueden mezclar entre sí.