Su obsesión por los detalles, su habilidad para tener una mirada 360 de un evento y su gusto porque el concepto de una celebración esté presente en cada rincón del lugar, se los debe a sus más de diez años de experiencia en los que realizó incontables eventos junto a Juan Pablo, su esposo, (bajo el nombre de Vértigo, la empresa de él). Marcas como Off Corss, El Tesoro y Oviedo están dentro de su repertorio. Durante todos esos años, además de hacer logística, ayudaba, casi siempre, a decorar los lugares y un día, de esos donde las casualidades hacen de las suyas, terminó decorando el bautizo-cumpleaños de la hija de una cliente. Ahí surgió la chispa.

Desde entonces la versatilidad temática, los arreglos florales asimétricos, la combinación de colores, la conexión y afinidad con los clientes, la creatividad y, por supuesto, las películas, han sido algunos de sus sellos personales. Su amor por lo que hace es tan verdadero que Rebeca y Salomé, sus dos hijas, han sido las pajecitas más alegres de tres de sus clientas y seguramente serán las suyas, en la fiesta cubana que sueña hacer para celebrar por segunda vez su amor con Juan Pablo. Una renovación de votos. Sí. Puede ser. Con mojitos.

Con habanos también. Con un vestido de boleros, que la anime a bailar. Muy cubano todo, con ton y son. Que también suene hip hop, porque le encanta. Sería una segunda fiesta para aplaudir el amor, después de 8 años de casados. Seguramente, esta vez la decorará ella. Seguramente, cuando lo haga, se volverá a calzar en los zapatos de tantas clientes que no saben por dónde empezar. Seguramente, recordará y confirmará por qué decidió adornar espacios y amoblar corazones con su alegría, frescura y sinceridad.

Porque más allá de reunirse con muchas novias, conocerlas, encontrarles sus gustos (que le encanta), más allá de definir un tablero de colores y un estilo (para inspirarse), más allá de firmar un contrato (para tener claridad), más allá de comprar mobiliario exclusivo para cada celebración (que muchas veces lo hace), más allá de tener un check list (que le garantiza control), más allá de dejar todo listo un día antes (que procura hacerlo), lo que más le importa a Alejandra es esa mirada de la novia, que lo dice todo y esa sonrisa del novio, que grita felicidad. Es esa certeza de sentir que amobló, decoró y entonces embelleció el amor de dos.