La claridad en las negociaciones es una premisa en la labor de sus planeadores. Por eso el esquema de trabajo de Avalon Weddings determina que no se filtra dinero aparte de los honorarios. Los novios le pagan directamente a cada proveedor, y si hay alguna comisión, la empresa la comparte: mitad para el cliente, mitad para la compañía. Transparencia, esa es su guía.

Para asesorar, controlar, programar, organizar y planear bodas hay un equipo de profesionales que ama lo que hace. Hombres y mujeres. Ellos, la dosis perfecta de razón para tomar decisiones y concretar temas. Ellas, el equilibrio de la balanza, aportan la medida justa de emoción y corazón. En Avalon tienen una estrategia definida. Sus cuadros de Excel, su experiencia y la seguridad que proyectan al hablar solo pueden generar una cosa en los novios: tranquilidad. Si los eligen o no depende, en gran medida, de algo que va más allá: el feeling.

La formación de sus wedding planners es fundamental. En el equipo cuentan con diferentes certificaciones, entre ellas una internacional y una especialización en bodas de destino. La preparación sin pausa se vive en la empresa como una vocación, como la manera más honesta de perfeccionar y respetar una profesión que brinda la oportunidad de iniciarse en ella siendo empírico.

En Avalon trabajan con mucha paciencia, un don que han sabido cultivar y aprovechar en su día a día como como agencia de bodas. Paciencia con la que tratan a los clientes, que está presente en cada una de sus acciones. Paciencia que habla de la calidad humana de sus planeadores, directamente relacionada con la calidad profesional, esa que los motiva a que cada semana saquen el tiempo para un correo, para una llamada, para un mensaje por Whatsapp. Así sus clientes nunca se sentirán olvidados.