El azul es profundo. Místico. Elegante. Fuerte. Es arriesgado y radical. Por momentos romántico, siempre auténtico, siempre —de nuevo— profundo. No en vano el mar, el cielo parecen ser azules. La infinidad, la grandeza, lo frágil y lo perpetuo. Esta es la historia de Algo Azul, una editorial que nació con un pie en el vacío y otro en el poder de un equipo. Un ejercicio hecho con cariño, sin fines comerciales. Una puesta en escena que nos permitió soñar. Una invitación a ver el azul con otros ojos, a reconocer que si bien nuestra tendencia favorita siempre será hacerle caso al corazón y no a lo que está de moda, es posible que una celebración hable de los novios e incluya el color del año, por ejemplo.
Imaginamos. Unimos esfuerzos. Creamos. Nos divertimos en el proceso. Reinventamos lo que ya se ha visto. Sentimos, como solemos hacerlo, que la producción de un evento va más allá de la estética. Es verdad que Algo Azul se construyó con llamadas, con risas, con toneladas de chats, como dice Ana Posada, wedding planner de @nomeolvides: la primera que se imaginó todo esto. La amiga, la líder, la creativa, la multitask, la recursiva. Nos escribió y le dimos un sí rotundo y, entonces, el equipo fue creciendo, haciéndose tupido, versátil, poderoso. Lo que quisimos fue recrear un matrimonio, un evento que mezclara todos sus estilos, sus ideas, sus matices. Eso, en otras acciones, es combinar los aprendizajes, la experiencia que se va quedando en la piel, las raíces que hacen cabida y crecen.
A Anita le llegan las ideas como una cascada. Una la lleva a la otra. Empezó pensando en el classic blue como color del 2020, dio vueltas por los países, por las culturas, por las épocas, por los paisajes. Buscó inspiración y se encontró con los años 70, con la tendencia boho con un brochazo de punk y rock and roll. Del rock saltó al country, a la pureza del campo, a la tierra de los caballos, a las chaquetas con flecos, a los sombreros y las botas vaqueras. Sobre la mesa, en conversaciones telefónicas y en un grupo de Whatsapp que nos dejó actualizados de stickers a todos, estaban un montón de ideas ajenas entre sí que se veían inconexas y después se entrelazaron. ¿Qué hicimos? Dejarnos llevar por el instinto, acudir un poco a la improvisación, jugar con los elementos para encontrar su lugar exacto. Dejar que cada uno hiciera lo que sabe.
En ese vaivén de alegrías, de saberse rodeados por talento e ingenio, aparecía el azul: un toque, una chispa, un destello. Así es como creen que aporta. Saltando entre los elementos, dándole un uso proporcionado pero jamás uniforme. Por eso dice Ana: en una misma mesa deben estar presentes diferentes texturas, diferentes materiales y toques sutiles de flores azules. Es un color perfecto para jugar con elementos que aporten luz y oscuridad, para bajar tonos o fundirse entre los metalizados.
Los músicos iban del country americano al rock. Leo y Nico afinaban y milimétricamente reacomodaban cada elemento, querían un set per-fec-to. Ale teñía papeles con un montón de azules. Adri bordaba flores y aseguraba sus obras de arte. Pau sacaba las servilletas, los cubiertos y los platos base más lindos. Sebas enfocaba con su mirada cada detalle, después venía la ráfaga de fotos, cada una más bonita que la anterior. Male y Cathe, también con cámara en mano, guardaban para siempre y en forma de movimiento una idea que se hacía realidad. Lau le decía que no a las moscas seducidas por el dulce de sus postres azules, divinamente decorados. Malu sonreía y cambiaba de pose empoderada. Cada ángulo mostraba la versatilidad y la belleza de los vestidos de novia de Gina Murillo junto con los accesorios de Zawadzky y las joyas de Atelier Lewin. Pedro gateaba con sombrero vaquero entre el pasto seco. Dani retocaba el maquillaje, creaba un nuevo peinado. Cristi mezclaba lo que días antes encontraron en el mercado de las flores esa madrugada helada: flores coloridas y de tamaños desproporcionados, semillas, bouquets secos, plantas románticas y toscas, orquídeas poco convencionales. Anita, por supuesto, dirigía. Con una habilidad innata mezclaba, subía, bajaba, abría, quitaba, ponía, hacía que todo quedara más bonito con su toque.
Así llegó el Algo Azul, como un riesgo bonito, un riesgo que dio matices, un riesgo en pequeñas cantidades; las justas, las precisas. Algo Azul: la historia de los que siempre están tras bambalinas, los que coleccionan tanto color, los que nos invitaron a un día de cielo celeste y naturaleza movida. Una visita fugaz y feliz a Bogotá. Salimos a las 6 de la mañana con pañalera y coche. Regresamos a las 11 de la noche con pañalera y coche, pero además con admiración, gratitud, emoción y la certeza de que hay proveedores a los que ahora podemos llamar amigos en una ciudad a la que esta Libreta morada decide abrirle sus páginas.
.....
CRÉDITOS
Dirección: @nomeolvides
Locación: @criaderopaloblanco
Modelo: @marialuciapretelt
M&H: @danibahamonmakeup
Fotos: @sebastiangcardone
Fotos y video: @vulpeshaus - *Proveedor de La libreta morada* Ver micrositio de Vulpes Haus aquí.
Vestido: @ginamurillooficial - *Proveedor de La libreta morada* Ver micrositio de Gina Murillo aquí.
Backdrops pintados a mano: @arango.castro
Accesorios: @zawadzky - *Proveedor de La libreta morada* Ver micrositio de Zawadzky aquí.
Joyería: @atelierlewin
Diseño floral: @lafioreriabogota
Menaje: @zolie_tumesa - @mesaybarcolombia - *Proveedor de La libreta morada* Ver micrositio de Mesa y Bar aquí.
Diseño papelería: @date.desing
Música: @lavitrolamusica
Postres: @eclatpasteleria
Mobiliario: @oclockeventosbogota
Clic AQUÍ para ver un adelanto del video realizado por Vulpes Haus con la producción musical de La Vitrola.
El azul es profundo. Místico. Elegante. Fuerte. Es arriesgado y radical. Por momentos romántico, siempre auténtico, siempre —de nuevo— profundo
ALGO AZUL BAJO EL LENTE DE SEBASTIÁN G. CARDONE
Del rock saltó al country, a la pureza del campo, a la tierra de los caballos, a las chaquetas con flecos, a los sombreros y las botas vaqueras
Una puesta en escena que nos permite soñar. Una invitación a ver el azul con otros ojos, a reconocer que si bien nuestra tendencia favorita siempre será hacerle caso al corazón y no a lo que está de moda, es posible que una celebración hable de los novios e incluya, por ejemplo, el color del año
Es un color perfecto para jugar con elementos que aporten luz y oscuridad, para bajar tonos o fundirse entre los metalizados
¿Qué hicimos? Dejarnos llevar por el instinto, acudir un poco a la improvisación, jugar con los elementos para encontrar su lugar exacto. Dejar que cada uno hiciera lo que sabe
Así llegó el Algo Azul, como un riesgo bonito, un riesgo que dio matices, un riesgo en pequeñas cantidades; las justas, las precisas
ALGO AZUL BAJO EL LENTE DE VULPES HAUS
Esta es la historia de Algo Azul, una editorial que nació con un pie en el vacío y otro en el poder de un equipo
A TODOS, ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!
AVANCE DEL VIDEO REALIZADO POR VULPES HAUS CON LA PRODUCCIÓN MUSICAL DE LA VITROLA
(57) 315 383 6348 + (57) 310 549 0848 info@lalibretamorada.com
Regálanos tus datos para inspirarte, para estar más cerca de ti. Queremos consentirte, llenarte de ideas, actualizarte, contarte muchas historias.
Sí, acepto
Comentarios