Si reírse es vida y hacer reír es dar vida, Vane y Toño estarán juntos por los siglos de los siglos. A mí me dieron vida con esta historia, llena de apuntes divertidos, de confesiones inesperadas, de complicidad. Llena de risas. La compartimos con ustedes completa, con muchas comillas para darle la palabra a la novia más charra y descomplicada. La compartimos con ustedes para que la lean con una sonrisa en la cara y se inspiren. Prohibido perderse las anécdotas del final y las recomendaciones para un matrimonio feliz. Si no les gustan, les devolvemos su dinero.

“Eduardo y yo nos conocimos en una cita a ciegas y desde ese día no nos separamos. Apenas llevamos dos años de relación, a los cinco meses nos fuimos a vivir juntos y al año exacto me propuso matrimonio. Siempre le dije que no me gustaban las propuestas clichés. Ni Europa, ni barcos ni viajes. Yo quería que me sorprendiera de verdad, con algo inesperado. Un sábado a las diez de la mañana, apenas nos estábamos levantando de una fiestica del día anterior, me preguntó si tenía pastillas para el dolor de cabeza. Yo le dije que en mi cajón, al lado de la cama. Él se levantó, fue hasta al lado de mi cama, se arrodilló a lo príncipe con un anillo que él mismo hizo a mano y me preguntó: negra, ¿quieres ser mi esposa? Yo no sabía si llorar o reírme o creerle. Pero me tuvo que volver a preguntar porque yo no respondía”.

La organización de su matri fue como un proyecto más de la empresa de arquitectura e interiorismo que tienen juntos. El más especial, hecho con doble dosis de amor e ilusión. Bien planeado, lleno de detalles, con ese sello personal. ¿En qué puntos participó él? “En todo. Bueno, casi todo. Fue a la prueba de los arreglos de mesa, pero no opinó mucho… Si lo hubiera hecho me preocupo. ¿Él opinando de flores y rosas?”. Su formación en diseño hizo que fuera más fácil encontrar lo que querían. Crearon un moodboard con paleta de colores, iluminación y ubicación. Tomaron decisiones, conocían la dinámica. Cero estrés. Un matri hecho por amigos de toda la vida, esos en los que uno confía plenamente. Todos, proveedores de la industria.

- “María Antonia, de Flores de Abril, mi amiga desde hace muchísimos años. La quiero, la admiro y me encanta todo lo que hace. Se le midió a todo, le fascinó la idea del color vinotinto. Yo no me veía en blanco con rosado, no soy esa mujer.

- Vuelta Candela, mis amigos del alma, ¿cómo no tenerlos ahí? Una amistad de hace años, especialmente con José y Jerónimo. Nos regalaron la música de la ceremonia.

- Andrea Gallón maquilló a Melissa, mi hermana gemela, hace un año también para su matri. Nos hicimos súper amigas y cuento con ella para todos los eventos. ¡Qué energía!

- Molin Repostería. No pensamos en nadie más, nos fascinan sus postres. Juli Sierra, la dueña, es una de las mejores amigas de Edu.

- A Valeria Duque siempre la seguí y admiré su trabajo. Fue a la primera proveedora que contratamos. No teníamos lugar ni nada, pero yo solo sabía que la quería a ella. Le inventamos un lugar y una cantidad de personas para que no nos viera muy perdidos y listo. Al final eran el doble de invitados y otra locación, pero no importa, la teníamos a ella.

- Siempre fui a los desfiles de Andrés Pajón en Colombiamoda, me encantaba, me identificaba con sus diseños. La tenía clara desde el principio, no busqué más opciones, yo sabía que él iba a entender lo que quería y así fue. Un vestido soñado, con punticos, que era lo que más quería.

- Las invitaciones al matri fueron diseñadas por mí. Soy ingeniera, pero tengo un talento oculto para el Diseño Gráfico. Me soñaba hacerla, creé cinco diseños diferentes y al final la dejamos con una ilustración de los dos hecha por Viviana Grondona, una amiga ilustradora muy tesa.

- Santamónica se lució con la comida. Fue brutal, lo más admirado de la fiesta y no tengo fotos, ¿podés creer? Fue un wok: diez fuegos con sus chefs, una mesa de 14 ingredientes, atienden a diez personas al tiempo, escoges la proteína que quieras (res, pollo o camarones), las salsas (soya, tamarindo, pimienta o naranja al curry), arroz o pastas y todo lo combinan. Sale calientico y al gusto. Además, la barra de los chefs es divina, todo un show para mí”.

LO MÁS DIFÍCIL

“Nada fue difícil, todo lo disfrutamos mucho. Planeamos muy bien, no nos estresamos, confiábamos en nuestros proveedores. Una semana antes mis amigas me decían: ya va a empezar la semana del estrés, y yo me quedé esperando a ver qué me estresaba, pero nada llegó, estaba muy feliz. Me acuerdo que toda esa semana estuvo llena de lluvia y Vale Duque me preguntó: Vane, ¿y si llueve qué hacemos? Yo le respondí: ¡pues nos tomamos unas fotos bien lindas en la lluvia! Estábamos emocionados y si llovía, pues nos mojábamos. Y ese día, ni una gota de agua”.

EL MEJOR MOMENTO

“Voy a ser muy sincera, todo se me fue en un segundo, me toca mirar las fotos otra vez para acordarme. Pero el mejor momento fue el discurso de Edu. Él no es así, no es de discursos ni de esas cosas. ¡Quedé matada! Lo tenía todo redactado en el celular y a mí me dio escalofríos, la gente se conmovió mucho con sus palabras”.

PARA NUNCA OLVIDAR

- “Durante el ritual de la luz, el viento no nos dejó prender las velas nunca. Yo le dije a Edu: Cosi, hacete el bobo, tapá la vela con la mano y listo, nadie ve si está prendida o no.

- La corona de bichos de Zawadzky fue un escándalo para mi mamá, además del escote del vestido. Me decía que tenían una connotación negativa jajaja, ahí están pintadas las mamás. También, casi me mata cuando vio el vinotinto de las flores, dijo que parecía un velorio.

- El primer baile, inolvidable. A mi esposo Eduardo le dicen Toño, todos le decimos así. Un viernes estábamos en la casa tomando Gins y escuchando música los dos solos. El plan era escoger la canción del primer baile. Bailamos Amor Narcótico toda la noche y esa fue. Pero como siempre, después, en sano juicio, a mí me pareció cliché y trillada, entonces le pregunté a José, de Vuelta Candela, si podía volver la canción de ‘Toño, te casaste Toño, Toñito, se te acabó el madroño…’ en una versión balada lenta y romántica. Y así fue. Las fotos del primer baile romántico son con esa canción y estábamos por dentro muertos de la risa esperando la reacción de mi mamá y la de mi suegra, que es súper pinchada. Al final la canción ya terminaba como es, movida y bailable.

- Me puse súper, súper nerviosa en mi discurso, que además no preparé. Todo el mundo pensó que estaba borracha, pero no. Todavía me dicen: como estabas de prendida en el discurso, Vane”.

CLAVES PARA UN MATRIMONIO FELIZ

1. Darse cariño, besos y abrazos todos los días.

2. Ser muy amigos y hacerse maldades. Por ejemplo: esconderse y asustar al otro, ponerle pique en la sopa, untarle de miel los vellitos de las manos o meterle hielo en los calzoncillos mientras duerme.

3. Cuidar, saber llevar y compartir muy bien las finanzas.