Milla Nova en Colombia

Vestido de novia

Dicen que cuando nos encontramos con el amor, pareciese que el mundo —por un momento— se ve distinto. Dicen que algo se siente en el pecho. Hay otros que dicen que todo sigue igual, que las cosas cambian con el tiempo, cuando el amor empieza a mirarlas. Lo mismo pasa con el vestido: a veces solo con verlo, sabes que es y otras, te mides varios y vuelves a ese. Al tuyo. Al que te pertenece. 

De Milla Nova, que en catalán quiere decir Milla Nueva, se sabe poco. Sabemos que es una marca ucraniana, de vestidos de novia. Sabemos que teníamos que mostrárselas porque vale cada hilo, cada puntada, cada costura. Y sabemos —y ahora saben— que está en Medellín, que la pueden conseguir en La Esposa.

Sus vestidos tienen un aura especial. Y se nota: hay brillo, hay figuras disruptivas, hay mucho lujo. No hay casualidad en ellos, porque nada de lo que está puesto ahí es a la ligera, porque ninguna de sus creaciones pasa inadvertida, porque la belleza sabe revelarse en el movimiento de esas telas. Albita Moncada, diseñadora de modas y distribuidora oficial de Milla Nova en Colombia, cree que los diseños son verdaderas obras de arte: se salen del molde, le hacen una reinvención a las siluetas conocidas.

Milla Nova entiende de gustos, de formas y personalidades. Pero tiene bien claro su horizonte: novias arriesgadas, modernas, sofisticadas que siempre van un paso adelante. Esas que son capaces de lucir una capa, cuando todavía se usan velos. Esas que quieren mangas bombachas cuando las demás insisten en tiras delgadas. Sus colecciones, una por año, incluyen a las novias boho-muy chic, a las elegantes, a las sensuales, a las detallistas, a las recargadas. Las clásicas y las sobrias quedan fueran del espectro.

Se podría decir que los diseños son el tesoro y el secreto, pero hay más: los encajes intrincados (muchas figuras sobrepuestas), las telas (organzas, sedas, metalizadas), las flores tridimensionales, los hilos bordados, la pedrería, los escotes, las transparencias profundas, los cuellos rebosados, las plumas. Todo es forma y contenido. Todo hace parte del encanto.

Lo cierto de todo, —de Milla Nova y del amor— es que en algún punto, todo termina por conectarse. Los tules, los apliques, los tonos cremas y nude, las faldas sobre puestas, las telas ligeras, los vestidos desmontables, los estampados personalizados y la ilusión, la dicha, la mirada luminosa. Sí, al final todo conecta: un vestido es un amor.

DATOS CLAVES

- En La Esposa tienen aproximadamente entre 100 y 120 vestidos de Milla Nova.
- Un vestido nuevo para alquilar está a partir de $4.500.000
- Un vestido para comprar está a partir de $7.000.000
- Para conocerlos de cerca, agenda tu cita en La Esposa.

Fotos: cortesía de La Esposa.
No hay casualidad en ellos, porque nada de lo que está puesto ahí es a la ligera

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